¿Cómo funcionan las baterías de un vehículo?

baterias de un vehículo

La batería es uno de esos componentes de los automóviles cuya importancia nos damos cuenta solo cuando dejan de funcionar. A todos les ha ocurrido quedarse con la batería descargada, es una situación desagradable y ciertamente evitable con un poco de mantenimiento y con las precauciones adecuadas.

Hay que tener en cuenta que la batería no sólo es un elemento sin el cual nuestro vehículo no podría ni siquiera encenderse, sino que también está estrechamente relacionada con el buen funcionamiento general, tanto es así que según un estudio, hasta un 40% de todos los fallos se deben a un mal funcionamiento de este componente.

Aunque es tan importante, la batería es una de las partes más descuidadas por los automovilistas. Esta situación se ve ciertamente agravada cuando llega la temporada de frío en algunos países, que se sabe que pone a prueba las baterías.

¿Cómo funcionan?

La batería del vehículo funciona básicamente como una batería ordinaria, obviamente optimizada para las tareas que tiene que hacer en un vehículo, donde se integra en el sistema eléctrico. Las funciones de la batería de los automóviles modernos son:

  • Para permitir que el motor de arranque;
  • Mantener el sistema eléctrico de a bordo activo;
  • Para alimentar el sistema de arranque-parada;
  • Alimentar otras funciones como el aire acondicionado, la calefacción de los asientos, entre otros.

La batería es, por lo tanto, un dispositivo que almacena energía eléctrica a través de un proceso químico y la libera en forma de corriente continua. Suele consistir en electrodos de plomo sumergidos en ácido sulfúrico en el agua y cuando está en funcionamiento se genera una corriente entre los electrodos. Una vez agotada, la carga puede ser recargada, pero hay situaciones que conducen al deterioro y al envejecimiento prematuro que la hacen inutilizable.

¿Por qué fallan las baterías?

Hay una serie de factores que ponen a prueba las baterías, pero la temperatura ciertamente juega un papel importante entre ellos. Aunque mucha gente cree que el frío es el enemigo número uno de las baterías, en realidad son las temperaturas excesivamente altas y excesivamente bajas, o en cualquier caso fuera del rango óptimo de uso.

El calor y las altas temperaturas ambientales, como las superiores a 30°C en verano, reducen el ciclo de vida de la batería y la deterioran. En invierno, cuando la eficiencia de los acumuladores disminuye debido a las bajas temperaturas y se necesita más energía para poner en marcha el vehículo, los primeros fallos de funcionamiento se producen obligando a recargar o sustituir la batería.

La batería puede descargarse o funcionar mal incluso si el vehículo se utiliza en raras ocasiones o sólo en distancias cortas, ya que el alternador no puede cargar completamente la batería mientras el vehículo requiere energía incluso cuando está parado. Por ejemplo, para alimentar las luces de advertencia y sistemas como el cierre centralizado, la llave electrónica y la alarma antirrobo.

La recomendación para todos los usuarios de vehículos en general es a prestar atención al mantenimiento de este componente y darle la debida importancia, para el correcto funcionamiento del vehículo y evitar desagradables imprevistos.




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